El jueves 10 de noviembre la Organización Sionista del Uruguay (OSU) otorgó el Premio Jerusalén 2011 al Dr. Antonio Turnes. Durante la ceremonia el presidente de OSU, Sami Milstein, y el condecorado se dirigieron al público. El Premio Jerusalén fue instituido por la Organización Sionista Mundial y la Alcaldía de Jerusalén a través de la OSU.Discurso del Dr. Antonio L. TurnesEn primer quiero agradecer a todos por su presencia aquí esta tarde para compartir este momento, así como a la multitud de amigos y colegas que desde distintos lugares, del interior y el exterior, me han hecho llegar su voz o su mensaje con motivo de esta reunión.Pero para comenzar, debo expresarles mi sorpresa y mi emocionado reconocimiento, de todo corazón, a la Organización Sionista del Uruguay y a toda la Comunidad Judía del Uruguay por haberme considerado como recipiendario de este Premio Jerusalem 2011, que mucho agradezco, pero considero excede ampliamente mis escasos méritos y no está en concordancia con los perfiles y trayectorias de quienes antes lo han recibido.Reflexionemos, por un instante, sobre la peripecia del pueblo judío, y su larga cadena de sufrimientos, que no comienza con el Holocausto, la Shoah, recordadas sus seis millones de víctimas en Yad Vashem, sino que viene de miles de años atrás. De las sucesivas instancias en que fue sometido a la esclavitud, por Egipto primero, por Babilonia después. Por Alejandro Magno y por el Imperio Romano más tarde. Si algo tiene el pueblo judío, que le confiere su identidad, es precisamente su fortaleza. Su increíble resiliencia para superar las peripecias más duras, hasta el genocidio. Que a pesar de ser múltiples veces dispersado y aún haber buscado su exterminio, se reagrupó, en diferentes núcleos culturales, hacia Oriente y hacia Occidente. Como sucede con una masa de mercurio, ese metal líquido, que cuando se lo golpea, se disgrega en múltiples fragmentos, pero que si vuelven a reunirse esas partes, nuevamente la masa se conglomera y agrupa formando parte, cada porción, del todo original.Lo que ocurrió en la Península Ibérica, es un gran muestrario de la tolerancia y la intolerancia. De la persecución, la convivencia, los actos de servicio y finalmente de la expulsión. Durante muchos siglos los habitantes de la Península tuvieron en la población judía pacíficos pobladores, de los más ilustrados, guiados por estrictas normas morales, distinguidos y buscados por su inteligencia peculiar que les permitía ser los mejores médicos, los mejores administradores de los impuestos de los reyes cristianos o califas musulmanes. Comerciantes y estudiosos que hicieron posible una época fantástica, entre los siglos X y XII, conviviendo con los árabes que invadieron la Península desde el norte de África en el 711 de nuestra Era. Integraron esa población que había convivido pacíficamente, sirviendo lealmente a sus soberanos, aunque preservando su fe y sus prácticas religiosas. Sintiéndose respetados, compartieron su lugar en diferentes latitudes de la Península. Haciendo que floreciera la cultura, en todas sus expresiones. Los mismos barrios, aljamas o juderías, en cada una de las ciudades, desde Barcelona a Córdoba, desde Sevilla a Toledo, llamada la Jerusalem de Occidente. Los judíos estaban en la Península Ibérica antes que llegaran los romanos. O sea, que están íntimamente ligados al desarrollo y al progreso de ese territorio. Su significativo aporte no le ha sido suficientemente reconocido.Permítanme ahora hacer algunas reflexiones sobre el pueblo judío, su vinculación con Uruguay, el nacimiento del Estado de Israel y la propia ciudad sagrada de Jerusalem.ILa palabra Jerusalem toma diversos significados, pero en hebreo significa “Ciudad de Paz”. Una paz que no le han permitido tener en más de 30 siglos. Aunque el pueblo judío es un pueblo trabajador y pacífico, ha vivido rodeado por el permanente ataque de sus vecinos. Que no aceptan su existencia, su esencia, ni su presencia. No podemos hablar de esos vecinos, que tienen en el subsuelo la mayor reserva de petróleo del mundo y sus dominadores viven en la opulencia, mientras sus pueblos yacen en la Edad Media. Donde la mujer no sólo es llevada presa o azotada por manejar un vehículo, sino que es lapidada, o le provocan lesiones irreparables en su cuerpo, siguiendo antiguas y salvajes tradiciones. Es evidente el contraste que se aprecia entre un país con una cultura desarrollada a lo largo de milenios, con tradiciones muy ricas, frente a otro mundo que, nacido de la misma raíz, porque todos proceden de Abraham y en definitiva de Adán y Eva, mantienen sus pueblos en la opresión, la ignorancia, la discriminación y el atraso. No se puede comparar, la democracia, libertad e igualdad que existe entre los ciudadanos, de cualquier origen, credo o religión, en un territorio y en los otros. Los informativos y la prensa nos dejan conocer, un día sí y otro también, cuáles son las condiciones en que viven esos pueblos cuyos líderes quieren arrojar a los israelíes al mar.IIDesde la más remota antigüedad el pueblo judío se fue organizando poblando esa superficie que hoy conocemos como el Medio Oriente. Ya Abraham había adquirido allí tierras y con su estirpe la fue poblando. Muchos siglos más tarde, Moisés condujo el Éxodo, luego de la liberación del pueblo judío en Egipto, hacia la Tierra Prometida. El Rey David, inició más tarde, la construcción de Jerusalem y fue su hijo el Rey Salomón, quien construyó el Primer Templo en el 960 aC, con el Maestro Hiram, que le envió el Rey Hiram de Tiro como ayuda necesaria, donde fueron guardadas el Arca de la Alianza, conteniendo las Tablas de la Ley, el vaso de Maná y la Vara de Arón, en el Sancta Sanctorum. Lugar de culto obligado durante centurias, que reemplazó al Tabernáculo donde esa esencia de los Mandamientos fue resguardada en su travesía por el desierto. Un Templo que era pequeño porque el culto se realizaba afuera, y que estaba integrado por dos firmes columnas, denominadas Jaquím y Boaz.Ese primer Templo sería destruido por Nabucodonosor en el 586 aC y el pueblo judío, de Judá, fue conducido nuevamente a la esclavitud a Babilonia. Donde no obstante siguieron practicando sus cultos y costumbres, viviendo en comunidad, y manteniendo sus creencias. Allí escribieron el primer Talmud los eruditos, que recogió la tradición oral, interpretación de la ley y aplicación a casos concretos, que orientó a toda la comunidad por muchos siglos y se reputa como el más ajustado, síntesis de un verdadero código civil.Liberados de la esclavitud, volvieron a su tierra de origen, y allí fue reconstruido el Segundo Templo, a lo largo de 20 años. Comenzado en el reinado de Ciro el Grande, finalizando la tarea en el 516 aC, con el reinado de Darío. Posteriormente, Herodes el Grande, bajo la administración del Imperio Romano, reconstruyó y ensanchó el Templo de Salomón, de una manera más grandiosa todavía, al que se siguió llamando el Segundo Templo. Cuando se produce la destrucción del Segundo Templo, bajo el imperio de Tito, en el 70 dC, cuando el pueblo judío se rebeló contra el Imperio Romano, Jerusalem y el Templo fueron nuevamente destruidos. Y para conmemorarlo levantó un Arco de Triunfo en el Foro Romano, con la menorah que se llevaron de allí. Tiene lugar nuevamente una Diáspora aún mayor, y el pueblo judío se dispersa en varias direcciones, unos hacia Oriente llegando hasta India y China, y otros hacia Occidente, recorriendo las orillas del Mediterráneo y llegando hasta la Península Ibérica y otros asentamientos en el norte de África.Allí vivirían los miembros del pueblo judío durante más de diez siglos, aportando a aquella Europa primitiva y tosca, ruda e ignorante, su sabiduría y sus principios morales. Que constituyen el fundamento de la Ética. Su capacidad de leer, escribir y enseñar, en múltiples lenguas; así como el manejo de cálculos, álgebra y aritmética. El conocimiento de sus sabios, sus médicos y la habilidad de artistas, orfebres, artesanos, traductores y financistas. Todo lo que permitió a los reyes de los distintos Reinos sobrevivir y prosperar. A Alfonso X El Sabio, disponer de la Escuela de Traductores de Toledo. Cuando en el 711 la Península Ibérica es invadida por el islam, la Dinastía Omeya, de Damasco, tomó casi toda la Península. Por algún tiempo convivieron las tres culturas: árabes, cristianos y judíos. Y se ayudaron del saber del pueblo judío, para administrar sus Estados, prosperar económica y culturalmente, fundar sus bibliotecas y tener sus mejores médicos. En Ál Ándalus, vieron la luz Maimónides y Averroes, uno judío y el otro árabe, ambos andalusíes, que luego debieron huir, al ser invadida la Península por los fundamentalistas islámicos, tres siglos más tarde.El antisemitismo comenzó ya en la época de los griegos. Pero en España inició con las persecuciones y matanzas de 1391, primero, y más tarde el largo y pesado brazo de la Inquisición culmina con la expulsión de los Reinos de Castilla y Aragón, luego de la conquista del mundo árabe del sur, con la caída de Granada, a fines de 1491. Expulsión del pueblo judío que se decreta el 31 de marzo de 1492. El mismo año del Descubrimiento. Unos aceptan la expulsión, otros se convierten en apariencia al cristianismo, aunque en secreto mantuvieran su tradición y culto. El fundamentalismo no es novedoso ni exclusivo. La Inquisición con la persecución y exterminio de algunas comunidades, le obligó a irse preparando para nuevos destinos. Fueron los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, quienes decretaron la expulsión de sus reinos de los pobladores judíos, privándoles de llevar sus pertenencias. A Isabel la había traído al mundo un partero judío, maestre Semaya. Su matrimonio con Fernando fue arreglado por Abraham Senior, que sería luego el administrador de los impuestos de la Corona hasta la expulsión, cuando se convirtió. Algunos autores afirman que la expulsión fue motivada por las grandes deudas contraídas con los banqueros que les financiaron la guerra, para evitar el gran default de la época. Hubo familias judías que aparentaron una conversión religiosa, pensando que protegían así a sus miembros y la integridad de sus bienes. Pero muchas decenas de miles emigraron a Portugal primero, y más tarde se esparcieron por toda Europa. Unos hacia Francia y los Países Bajos, otros hacia las costas de Italia. Otros hacia Turquía y el Asia menor y diversos destinos en Europa central. De allí la enorme dispersión de los judíos Sefaradíes, quienes habían poblado y contribuido al progreso de la Península Ibérica durante tantos siglos. Que conservaron en la diáspora el ladino, español antiguo que se hablaba en el siglo XII. Estos judíos vinieron, como Conversos, a América, a partir de las expediciones de Cristóbal Colón y sus seguidores a la conquista del Nuevo Mundo. Y a su tiempo serían también aquí perseguidos por la Inquisición en América, como lo ha descrito con maestría Marcos Aguinis, en La Gesta del Marrano. En tanto Ricardo Palma, medio siglo antes, en los Anales de la Inquisición, insertados en sus Tradiciones Peruanas, dejó claro testimonio del Santo Oficio instalado en Lima, desde 1570, proveyendo prolija nómina de quienes quemó en la hoguera, entre ellos varios médicos portugueses acusados de judaísmo.Pero un hecho curioso, todos los Conversos adoptaron nuevos nombres, “cristianizando” a sus familias. Eso traería una enorme confusión de identidades, hasta el punto de no reconocer, muchos siglos después, el origen judío de su estirpe. Adoptaron apellidos que tomaban el nombre de ciudades, oficios, ríos, plantas, animales, o colores. Y también muchos miles de Acevedo, Aguiar, Aguilar, Almenara, Amado, Aznar, Blanco, Castro, Chávez, Enríquez, Fernández, Gómez, González, Herrera, Martínez, Méndez, Miranda, Negro, Núñez, Oliva, Pereira, Pérez, Paiva, Ríos, Roca, Rodríguez, Rosa, Rubio, Sampayo, Samper, Sarmiento, Segovia, Suárez, Toledo, Vázquez, Verde, Zamora, Zaldívar, Zaragoza. Son apenas unos pocos ejemplos, entre millares que tuvieron una raíz judía, ocultada o ignorada. Muchos de estos ciudadanos ni siquiera conocen hoy el origen de sus ancestros, y esa búsqueda es algo que no cesa; que algunos emprenden, cuando conocen estos hechos, ocultados sigilosamente por muchos interesados. Apellidos que se esconden detrás de muchos linajes de “cristianos viejos”. La historia de la literatura española oculta que Luis Vives, Antonio de Nebrija, Jorge de Montemayor, Fray Luis de León, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Tirso de Molina, Luis de Góngora y Argote, Fernando de Rojas, Mateo Alemán o el propio Miguel de Cervantes, eran descendientes de judíos. ¡¡¡Si hasta Cristóbal Colón era Converso!!!Tan metido está este espíritu en el ser español que hoy día podemos ver debates parlamentarios por la Televisión Española, donde increpan al Primer Ministro José Luis Rodríguez Zapatero, por derechas o por izquierdas utilizando, despectivamente, la expresión “vive con pasión la fe del converso”, para criticar su gestión.IIIEl Sionismo fue un movimiento político internacional nacionalista y laico estimulado por Theodor Herzl, un periodista austro-húngaro, a fines del siglo XIX. Él promovió el restablecimiento de la Tierra de Israel, Eretz Israel, para albergar a la comunidad dispersa en la Diáspora. Volver al Monte Sión, que fue uno de los nombres primitivos de Jerusalem. Durante muchos años fue apostrofado, peyorativamente, de diversas formas, por distintas ideologías. Todas las cuales, más temprano o más tarde, revelaron su esencia antisemita, antijudía y totalitaria. Pero ha probado ser una fuerte razón para retornar y reunificar a un pueblo que vivió dos milenios en el Exilio, a sus orígenes territoriales. Y aún quienes en un tiempo denostaron al Sionismo y a la creación del Estado de Israel, buscaron el amparo de su territorio, para alcanzar la paz, cuando en sus respectivos países fueron perseguidos, exterminados o sojuzgados. Eso ocurrió en Europa antes y después de la 2ª. Guerra Mundial, y en nuestro propio suelo, con la Dictadura. Quienes estigmatizaron al Sionismo, fueron a morir a Israel, y allí viven hoy sus familias, estudian, investigan o ejercen sus descendientes. Así pasó en todo el mundo. Sean religiosos o laicos, los integrantes del pueblo judío que no han perdido su identidad y sus tradiciones, que no han renegado de esas raíces, han buscado finalmente la Tierra Prometida para que guardara sus restos y protegiera a sus familias. Esto no es poca cosa. Y no tiene ejemplo similar en la Historia.IVLos inmigrantes judíos al Uruguay vinieron sobre todo luego de la Primera Guerra Mundial, entre guerras, y huyendo del nazismo a partir del Tercer Reich. Modestas familias fueron ubicándose en conventillos o barrios modestísimos, criando a sus proles e incorporándose con su trabajo e inteligencia, a las tareas que sus medios le permitían. Pero sus hijos se integraron netamente a nuestra tierra oriental y fueron destacados profesionales, artistas, comerciantes, industriales, financistas. Ayudaron a otros a ubicarse en este país acogedor de los perseguidos, y en las generaciones sucesivas alcanzaron lugares relevantes en nuestra sociedad. Pero pasaron muchos años antes que pudieran ocupar sitiales en la Administración Pública, en el Poder Legislativo, o en la Judicatura. El primero que ocupó una Subsecretaría, en la Cartera de Salud Pública hace 43 años, por breve tiempo, fue mi querido amigo Jaime Sznajder, nacido en Polonia, que vive hace 36 años en Nueva York, pero se siente sanducero.En esta ocasión quiero subrayar, la admiración y el reconocimiento por algunas figuras que fueron tejiendo con paciencia y con muchos años de trabajo, esa relación de amistad permanente de Uruguay con Israel.VAl hablar de inmigrantes judíos y de la diplomacia uruguaya, debemos rescatar algunos hechos poco conocidos y menos recordados. Hubo una niña, Ana Balog, que había nacido en Montevideo, hija de un modesto matrimonio judío venido de Hungría, que volvió a Europa, y que murió en Auschwitz-Birkenau. Había nacido el 20 de febrero de 1930 y fue exterminada a los 15 años, en el Campo mencionado en 1944. Hija de Zsigmound Balog y de Kornelia Frankel, que servía en la Embajada Argentina en Budapest porque hablaba español. Su hermana Eva Balog residía y vivía en el Uruguay hasta hace poco. El Cónsul General del Uruguay en Hamburgo, designado el 20 de abril de 1928, señor Florencio Rivas, salvó a más de 150 judíos refugiados en su Consulado, otorgándoles pasaportes y visas a todos ellos, desde la Noche de los Cristales Rotos, entre el 9 y 10 de noviembre de 1938, embarcándolos hasta Southampton (Inglaterra), desde donde pudieron emigrar a Uruguay y otros destinos en América.El Dr. Carlos María Gurméndez, Embajador de Uruguay en los Países Bajos designado el 27 de abril de 1938, y que antes había sido el primer Secretario General de la Asistencia Pública Nacional desde el 28 de febrero de 1911, es un ejemplo de esta acción diplomática. Durante la ocupación de aquél país por los nazis el 10 de mayo de 1940, él salvó a una veintena de judíos, a los que llevó en tren, con su propia familia a Suiza, en un episodio heroico que debe ser recordado. Como lo ha testimoniado un sobreviviente, Robert Beffie, que vivía en 1999 en Boulder, Colorado, quien trasmitió con todo detalle el episodio a nuestra Embajada en Washington. Su padre, Alfred W. Beffie, se presentó ante el mencionado Embajador con la esperanza de que el Ministro lo llevara fuera de Holanda, a él y a su familia, conformada por su madre, su hermana y él mismo. Su padre sabía que como Holanda había dejado de existir como Estado independiente, todo el personal diplomático extranjero se iría; pero también sabía lo que sucedería a los Judíos por lo que había visto en Alemania, Austria y Polonia. El Dr. Gurméndez aceptó inmediatamente, y su padre se enteró de que el Ministro ya había llevado a quince Judíos a su casa, quienes llegado el momento se irían con él. En julio de 1940, los alemanes dispusieron un tren sellado para todo el personal diplomático en Holanda, y con ellos iban veinte Judíos. Cuando el tren estaba por abandonar Alemania para entrar en una Suiza libre y neutral, el S. S. alemán subió a bordo exigiendo la entrega de los judíos (lo cual significaba una muerte segura), de lo contrario, no permitirían la entrada del tren a Suiza. En ese momento, el Dr. Gurméndez dio un paso al frente, se presentó y anunció que él y su familia (mujer y cinco hijos) se bajarían del tren con los Judíos y se quedarían con ellos. Esto dejó perplejos a los oficiales del S. S. ya que era la primera vez que ocurría algo semejante. El gobierno alemán deseaba hacer un buen papel, especialmente ante todos los diplomáticos latinoamericanos neutrales a bordo. Luego de una rápida llamada a Berlín el tren pudo continuar con todos su marcha a Suiza.Esta es información debo agradecerla al ex Canciller y estimado amigo el Dr. Gonzalo D. Fernández, alguna de las cuales él mismo expresó en un discurso en la Cancillería hace algunos años. Desde luego, habrá muchos más casos, que no menciono y por lo cual pido excusas. Pero son apenas unas valiosas muestras de un universo mayor.VIEl papel de Uruguay fue determinante, en el concierto de las Naciones Unidas, para la creación del Estado de Israel, cuando en 1947 se encontraba el territorio de Palestina bajo el Mandato Británico confiado por la Liga de las Naciones en 1922. Mandato que no era de prodigar un tratamiento apacible, sino que sometía a castigos crueles, inhumanos y degradantes a los pobladores judíos que se resistían a la arbitrariedad de los gobernantes británicos. Esto fue descrito por Don Enrique Rodríguez Fabregat, a quien tuve la suerte de conocer, transcribiendo incluso pasajes de los debates en el Parlamento Británico con motivo de estas represiones que condenaban a penas de azotes públicos a los rebeldes, muriendo muchos de ellos o siendo ejecutados.El Embajador Rodríguez Fabregat también recorrió con una Comisión de Naciones Unidas, los sitios donde buscaban refugio niños y adultos que en 1947 habían salido de los Campos de Concentración nazis, dos años después de la Guerra, y seguían sintiéndose tan inhumanamente tratados, viviendo entre harapos, hambre y miseria. Visitaron en Viena el Hospital Rostchild donde miles de refugiados llegaban comidos por los piojos, hacinados, mientras venían nuevas oleadas. El reclamo unánime de ellos, que habían padecido los Campos y ahora esa realidad humillante, era uno solo: ¡¡¡Queremos ir a Palestina!!! Ese era su único angustioso deseo. Aunque su tierra estuviera ocupada por el Imperio Británico, querían retornar a sus orígenes, para morir en la tierra de sus antepasados, o para recuperar la esperanza de una vida mejor. Era un auténtico sentimiento. El deseo de retornar a sus raíces. Su Tierra Prometida representaba la única esperanza de sobrevivir con dignidad.Esos brutales testimonios, que trasmitieron los Embajadores a sus gobiernos, influyeron de forma decisiva para que la ONU aprobara el 29 de noviembre de 1947 la partición de Palestina en dos Estados. Un estado judío, que sería el Estado de Israel, y otro árabe, el Estado Palestino. Esta Resolución 181 la adoptó la Asamblea de la ONU, siguiendo la recomendación del Comité Especial para Palestina, la UNSCOP, compuesto por representantes de once países, entre los cuales de América Latina estaban los representantes de Guatemala, García Granados y de Uruguay, Rodríguez Fabregat. Esa resolución fue adoptada por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Unos aceptaron gozosos esa creación, y acudieron masivamente allí, donde encontrarían una nueva guerra, a partir del mismo día en que David Ben Gurión declaró el 14 de mayo de 1948, en el Museo de Tel Aviv, la Independencia del Estado. Un día antes de la salida del Mandato Británico, para que no coincidiera con el shabat. Allí nació la Guerra de la Independencia. El mismo día de su nacimiento como Estado. Donde muchos judíos criados en Uruguay fueron, como de otras partes, a combatir por su tierra. Contra la hostilidad de todos los vecinos árabes, de los Estados circundantes.O sea que el pueblo judío se debatió entre la esclavitud y la guerra, no iniciada por él, sino para resistir a quienes querían privarle de su legítimo derecho, ahora reconocido por las Naciones Unidas. Mientras esos mismos Estados querían echarlos al mar. No aceptaban crear el Estado de Palestina, que en los hechos no comenzó a reivindicarse hasta fines de la década de 1960.Y como lo ha afirmado la Primera Ministra Golda Meir: “El periodo de tiempo desde nuestra independencia, ha sido el primero en muchos, muchos siglos, en que las palabras “refugiado judío” no han sido pronunciadas. Esto es, por que el Estado Judío está dispuesto a recibir a cualquier judío: competente o no, viejo o no, enfermo o no. Nos da exactamente igual”.Como ha dicho muy bien el profesor Gerardo Caetano, en un memorable homenaje a Rodríguez Fabregat, Uruguay es un amigo permanente de Israel. Porque le acompaña desde su nacimiento como Estado moderno. VIEl nacimiento del Estado de Israel fue un episodio al que contribuyeron muchos países, con la oposición de otros, en tiempos que las Naciones Unidas tenían apenas 56 estados miembros, cuando hoy la integran 193. Tuvo enorme influencia el movimiento creado en Uruguay, encabezado por Jacobo Hazán Najmías, a través de actos públicos y entrevistas improvisadas. Con el mismo Presidente de la República, don Luis Batlle Berres, cuando volvía en ferrocarril de los Actos celebratorios de la Independencia en la Florida, el 25 de agosto de 1947, se le presentaron espontáneamente para reclamarle el voto de nuestra República en las Naciones Unidas. Hazán tuvo que encabezar, por causa fortuita, la Agencia Judía para Palestina, que se transformaría luego en el Comité Uruguayo Pro-Palestina, el cual funcionaba desde 1944 en nuestro país. Él sería el primer representante diplomático del naciente Estado de Israel en Uruguay. En la Sala de los Embajadores, en la oficina del Embajador, se lo ubica por encima de todos los sucesores, en un lugar de privilegio. A este modestísimo hombre, que vivió en un conventillo de la calle Buenos Aires, hijo de inmigrantes sefaradíes de Esmirna, Turquía, que entró como sereno en ANCAP, estudió Medicina con gran sacrificio, y llegó a ser un notable cardiólogo, autor de importantes trabajos, colaborador de Jorge Dighiero – nuestro primer profesor de Cardiología – . Fue fundador del Centro de Medicina Laboral del Sindicato Médico del Uruguay. En ANCAP alcanzó a dirigir hasta su retiro el Departamento Médico. Vean Ustedes las oportunidades que le dio a un modesto niño, el Uruguay democrático que era orgullo entre las naciones.VIILa Ciudad Sagrada de Jerusalem, es, sin lugar a dudas, la capital espiritual del Judaísmo y el nacimiento del Pueblo Judío establecido desde antes que se escribiera la Biblia. Pero es una ciudad venerada por las tres religiones monoteístas. Por orden de aparición: El pueblo judío, que dirige en sus plegarias su cabeza en dirección a la ciudad Dorada. Para los Cristianos, donde se vivió el Calvario de Jesucristo y están la vía Dolorosa y el Santo Sepulcro. La tercera, es la ciudad sagrada para el Islam, donde está la Cúpula de la Roca, construida a fines del siglo VII desde la cual se dice ascendió Mahoma al Cielo. Pero para los musulmanes las ciudades sagradas que preceden a Jerusalem, son por su orden La Meca y Medina, hacia la primera de las cuales dirigen los fieles sus oraciones, no hacia Jerusalem.El Estado de Israel es un país moderno, democrático y próspero. Donde impera la ley. Con un perfecto equilibrio entre los Tres Poderes. Donde existe una amplia gama de opinión política discrepante y se alternan los partidos en el gobierno. Se admiten y se ven las más variadas protestas con motivo de los conflictos, y por supuesto no hay unanimidad de opiniones. En su emblema tiene la Menorah rodeada de dos ramas de olivo, que simbolizan la paz que tanto ansía. Con numerosas universidades, y un aprovechamiento intensivo y exhaustivo del suelo, al que han transformado en vergel, partiendo de un desierto, por la mano y determinación del hombre, y fundamentalmente por su constante trabajo. Jerusalem la ciudad dorada, por la magia que le confiere la luz del sol a sus construcciones viejas y nuevas de piedra caliza, tiene una vida palpitante y asombrosa. Una riquísima historia, plena de testimonios y lugares, de aromas que captan inmediatamente nuestros sentidos. Es evidente en su vida cotidiana, la convivencia en paz de judíos, musulmanes y drusos, cristianos de diferentes iglesias, desde los apostólicos romanos, a los cristianos coptos egipcios, a los ortodoxos armenios, griegos o rusos. Por alguna razón todos se miran en y admiran a Jerusalem.En sus Universidades y hospitales pueden verse asistiendo o atendiéndose los pobladores árabes, junto con los judíos, o los que practican otras culturas. Religiosos o laicos. Pero Jerusalem es un tesoro. De historia, de tradición, de cultura. La Ciudad Vieja es un lugar que irradia energía, y donde el Muro Occidental, resto del Segundo Templo, es el lugar donde acuden los judíos y los gentiles de todo el mundo a rezar y dejar sus peticiones al Altísimo entre las uniones de sus grandes piedras. Siendo visitada por peregrinos de todas las religiones. Donde caminando por la ciudad se escuchan desde la mezquita por los altavoces los llamados del muecín, para las plegarias de sus fieles. O los que acuden a conocer los lugares donde los Cruzados dejaron, al llegar, sus marcas en las paredes del Santo Sepulcro.IXAlgo llama la atención, y creo que distingue por su ética y filosofía de vida a la praxis del judaísmo: su defensa acérrima de la vida. Dos casos paradigmáticos. El 4 de enero de 2006, enfermó gravemente por un AVE (…) el Primer Ministro de Israel, Ariel Sharon. Fue internado en ese momento en el Hospital Hadassah y desde entonces se mantiene con vida. Lo vieron especialistas muy calificados, que viviendo en Israel, proceden y se formaron en Argentina y Uruguay. Es un hombre mayor, seguramente con muchos factores de riesgo. Pero su vida sigue latiendo, cinco años y diez meses después de aquél accidente vascular. En otro hospital, pero con el mismo cuidado. El otro caso, el más reciente, el gesto de valoración de la vida para el rescate del soldado israelí Guilad Shalit por más de 1.000 prisioneros por terrorismo palestino. Rescatar una vida vale más que tener tantos prisioneros. Creo que son gestos que hablan de la grandeza de espíritu, a favor de la vida. No conozco ejemplos similares. También obliga a pensar cómo puede ser que en los tiempos del Imperio Romano hubiera 8 millones de judíos, en una población estimada entonces del planeta de 80 millones, cuando hoy hay tan sólo 16 millones de judíos en una población de 7.000 millones de habitantes. Son hechos, sin duda, que obligan a reflexionar.XPero ¿cuál será el futuro que aguarde a Israel y a Jerusalem, su capital? Donde está el Parlamento, el Presidente, el Primer Ministro y casi todos los Ministerios. El futuro que todos ansiamos es de paz, de convivencia en armonía con sus vecinos. Sin duda, la existencia de un Estado Palestino que ya debería haberse establecido en 1948, al mismo tiempo que el Estado de Israel, si no hubiera sido ferozmente rechazado por los líderes árabes. De ambos lados saben, porque lo traen en los genes, lo que es la negociación. Y esa genética será la que deban poner de manifiesto para solucionar este viejo diferendo. No es por la imposición, sino mediante la negociación y la aceptación del otro, que este conflicto deberá ser dirimido. Respetando y tolerando las diferencias. Pero dejando las armas y el terrorismo de lado. La población pacífica israelí está harta de los ataques terroristas desde todas sus fronteras. Un terrorismo que está solventado por los jeques que viven en la opulencia, con canillas de oro, mientras sus pueblos permanecen atrasados y miserables. El terrorismo que es, desde siempre, la quintaesencia de la hipocresía: que mata y llora. Es hora que asuman que el progreso y la democracia deben también penetrar sus sociedades. Parte de ese progreso es asumir que Israel no puede moverse de donde está, y que el Estado y los ciudadanos allí residentes, deben ser respetados. Porque esa ha sido desde siempre, desde milenios la vieja tradición del pueblo hebreo, que dispersado tantas veces, ha vuelto a reunirse. Y ha sido la luz que ha guiado la supervivencia de un pueblo, más allá de matices religiosos o de lugar de nacimiento. Ejemplo único en la Humanidad, de una comunidad que a través de treinta siglos ha mantenido sus tradiciones, su cohesión, su religión, sus principios éticos y morales. Que han iluminado al mundo occidental, que hoy denominamos judeo-cristiano. De sus textos sagrados y de sus dictámenes eruditos, la Torá y el Talmud, surgieron los códigos que hoy inspiran a los países más avanzados. Sus costumbres atávicas, han permitido que la higiene sea uno de sus principios básicos. Unido a la generación de conocimiento científico, sus investigadores se han destacado, sus médicos están entre los mejores, a través de la Historia. Ese es su mayor patrimonio, que es puramente intelectual, y no material. En un territorio pequeño de 22.145 Km2., apenas 200 Km2, menos que la suma territorial de nuestros Departamentos de Artigas y Florida. Que alberga a 7:600.000 habitantes, procedentes de los cuatro puntos cardinales. Y que recibe con amplitud y generosidad a cuantos buscan vivir sobre ese suelo ancestral. Particularmente cuando en sus respectivos países suceden las dificultades económicas, como sucedió con la Comunidad Argentina en 2001 y 2002, o políticas, con la Comunidad de las antiguas repúblicas soviéticas, sobrevivientes de las purgas y genocidios de Stalin, que no cesan de emigrar. Golda Meir ha dicho: “La paz llegará, cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”.Por eso, queridos amigos, al aceptar y agradecer esta honrosa distinción, lo hago en memoria de todos cuantos padecieron, en cualquier continente, persecución, discriminación y exterminio por el hecho de ser judíos. Por todos cuantos tras tantos años de perseguir la limpieza de sangre y de oficios que impulsó la Inquisición y llegó hasta nuestra América, mantienen viva la llamita de su judaísmo. Para que podamos ver, en un futuro no lejano, la Paz tan ansiada en el Medio Oriente. Para que el laborioso e inteligente pueblo de Israel, y de Jerusalem, su histórica y magnífica capital, la disfrute por los siglos de los siglos. Y que sus aportes a la Humanidad, en todas las ramas del saber, la Moral, el Arte, la Economía, la Ciencia y la Medicina, la Filosofía y el Derecho, continúen aportando sus visiones que enriquecen a nuestra Civilización.Muchas gracias.
Discurso del presidente de la Organización Sionista del Uruguay, Sami MilsteinSR.EMBAJADOR DE ISRAEL DORI GOREN, SR PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓN SIONISTA MUNDIAL AVRAHAM DUVDEVANI SR. DAVID BREAKSTON VICEPRESIDENTE. SRA .GUSTI JOSHUA BRAVERMAN , SRA HELENA GLASER PRESIDENTA DE WIZO MUNDIAL, INTEGRANTES DE LA DELEGACION ISRAELI,SRA VICEPRESIDENTA DEL CONGRESO JUDIO MUNDIAL SR SECRETARIO DEL CONGRESO JUDIO LATINOAMERICANO, SRES.EX PRESIDENTES DE LA REPUBLICA,SR. CONSUL DE ISRAEL EN URUGUAY , REPRESENTANTES NACIONALES, DIRIGENTES COMUNITARIOS PREMIOS JERUSALEM, NOMINADO AL PREMIO 2011 DR. ANTONIO TURNES,AMIGOS TODOS.GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS EN ESTE MOMENTO TAN ESPECIAL.
ES PARA MI UN ENORME ORGULLO Y HONOR DIRIGIRME A UDS. ESTA NOCHE. POR PRIMERA VEZ EN ESTOS 22 AÑOS ININTERRUMPIDOS DE ENTREGA DEL PREMIO JERUSALEM,SE ENCUENTRA ENTRE NOSOTROS UNA NUTRIDA DELEGACION ISRAELI ENCABEZADA POR EL PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓN SIONISTA MUNDIAL SR. AVRAHAM DUVDEVANI Y LA COPRESIDENTA DEL DEPARTAMENTO DE ACTIVIDADES SIONISTAS SRA. GUSTI JOSHUA BRAVERMAN QUIENES JUNTO A LA ALCALDIA DE JERUSALEM Y LA ORGANIZACIÓN SIONISTA DEL URUGUAY OTORGAN TAN DISTINGUIDO PREMIO.
EN UN PAIS TRADICIONALMENTE AMIGO, DONDE RODRIGUEZ FABREGAT TUVO UNA ACTUACION TAN DESTACADA EN LA CREACION DEL ESTADO DE ISRAEL, NOS DAMOS CITA PARA HOMENAJEAR AL AMIGO DR.ANTONIO TURNES.
UNA VEZ MAS EN LA QUE JERUSALEM ESTA PRESENTE ENTRE NOSOTROS COMO LO HA ESTADO EN CADA GENERACION DESDE QUE EL REY DAVID LA UNGIERA CAPITAL DEL PUEBLO JUDIO HACE MAS DE 3000 AÑOS. 26 VECES DESDE ENTONCES LA CIUDAD FUE CONQUISTADA,ASIRIOS,BABILONIOS,PERSAS, ROMANOS,ARABES Y CRUZADOS ENTRE OTROS SE APODERARON DE ELLA,NINGUNO LA HIZO SU CAPITAL.
EL PUEBLO JUDIO TIENE UNA CONEXIÓN DE MILES DE AÑOS CON JERUSALEM QUE NUNCA FUE ABANDONADA. NO LA ABANDONARON CON LA DESTRUCCION DEL PRIMER NI SEGUNDO TEMPLO Y NO PASO UN SOLO DIA EN EL EXILIO QUE LOS JUDIOS NO ORARAN EN SU DIRECCION O DIJERAN LE SHANA AVA VE YERUSHALAIM. (EL AÑO QUE VIENE EN JERUSALEM)
CUNA DEL MONOTEISMO DONDE SE IMPLEMENTO EL MENSAJE QUE RECIBIERA MOISES EN EL SINAI, PRIMER CODIGO ETICO Y MORAL DE LA HUMANIDAD. JERUSALEM CIUDAD SAGRADA PARA JUDIOS, CRISTIANOS Y MUSULMANES. CAPITAL DEL MODERNO ESTADO DE ISRAEL, UNICA DEMOCRACIA DE MEDIO ORIENTE DONDE ES PERMITIDA LA LIBERTAD DE CULTO Y EL LIBRE ACCESO Y RESPETO A LOS LUGARES SANTOS DE TODAS LAS RELIGIONES.
UNA CIUDAD QUE CONJUGA LO MODERNO CON SU MILENARIA HISTORIA,PUJANTE CON UNA VARIADA ACTIVIDAD CULTURAL,CON UNA UNIVERSIDAD HEBREA FUNDADA HACE 87 AÑOS DESDE LA QUE SE ESPARCE AL MUNDO LA LUZ DEL CONOCIMIENTO. DONDE ESTA INSTALADO SU PARLAMENTO DEMOCRATICO INTEGRADO CON REPRESENTACION DE TODAS LAS MINORIAS Y LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA QUE BASADA EN LOS MILENARIOS VALORES ETICOS Y MORALES DEL PUEBLO JUDIO VELA POR LOS DERECHOS DE SUS CIUDADANOS SIN IMPORTAR SEXO RAZA O RELIGION. MIENTRAS EN MEDIO ORIENTE,LOS REGIMENES DICTATORIALES ESPECIALISTAS EN LA NEGACION Y EN DISTORSIONAR LA HISTORIA, PROCLAMAN A VIVA VOZ UNA Y MIL VECES LA DESTRUCCION DE UN ESTADO DEMOCRATICO, O CONVIERTIEN LA TAN ANSIADA PRIMAVERA DE SUS PUEBLOS EN UN AUN MAS OSCURO Y DURO INVIERNO, REPRIMIENDO Y ASESINANDO A MILES DE SUS CIUDADANOS,GOZAN DEL PRIVELEGIO DE LA AMISTAD Y SOLIDARIDAD DE GOBIERNOS DE LA REGION QUE HACEN DE LOS DERECHOS HUMANOS SU BANDERA. HACE POCOS DIAS TUVO LUGAR EN ISRAEL UN HECHO SIN PRECEDENTES EN NINGUNA NACION DEL MUNDO,LA LIBERACION DE GUILAD SHALIT SECUESTRADO BRUTALMENTE EN TERRITORIO ISRAELI SIN MEDIAR ACCION MILITAR Y MANTENIDO PRISIONERO DURANTE 5 AÑOS SIN CONTACTO CON EL EXTERIOR NI ORGANIZACIÓN HUMANITARIA ALGUNA.
EL COSTO DE ESTA LIBERACION FUE EL CANJE DE GUILAD POR 1027 TERRORISTAS DETENIDOS EN CARCELES ISRAELIES, LUEGO DE SER JUZGADOS CON TODAS LAS GARANTIAS. MUCHOS DE ELLOS CON SANGRE EN SUS MANOS , RESPONSABLES DE ATENTADOS QUE COSTARON LA VIDA A CIENTOS DE CIUDADANOS ISRAELIES INOCENTES . SALVA UNA VIDA Y SALVARAS AL MUNDO NOS ENSEÑA EL TALMUD.
VIVIR EN PAZ ES EL DESEO DE ISRAEL Y EL PUEBLO JUDIO .
ES NUESTRO ANHELO QUE DESDE JERUSALEM LA PAZ PUEDA EMERGER ILUMINANDO AL MINDO Y HACIENDO HONOR A SU NOMBRE IR HASHALOM.
